Diente de León

Descripción

Diente de León

Desde la raíz hasta la flor, el diente de león son plantas altamente nutritivas, cargadas de vitaminas, minerales y fibra.

Las hojas se parecen a dientes afilados. Las raíces y las hojas de diente de león han sido consumidas por muchas culturas diferentes como fuente de alimento

Propiedades

El diente de león está lleno de potentes antioxidantes, los antioxidantes son moléculas que ayudan a neutralizar o prevenir los efectos negativos de los radicales libres en su cuerpo.

Ayudar a combatir la inflamación El diente de león puede ser efectivo para reducir la inflamación causada por la enfermedad debido a la presencia de varios compuestos bioactivos como los polifenoles dentro de la planta.

El ácido chicórico y clorogénico son dos compuestos bioactivos en el diente de león. Se encuentran en todas las partes de la planta y pueden ayudar a reducir el azúcar en la sangre.

Vitaminas – Minerales

El diente de león es una rica fuente de vitaminas A, complejo B y C, así como minerales como hierro, potasio y zinc.

Contraindicaciones

Formas de dosificación y suplemento Las hojas, los tallos y las flores de diente de león a menudo se consumen en su estado natural y se pueden comer cocidos o crudos. La raíz generalmente se seca, se muele y se consume como un sustituto del té o café.

Hojas frescas: 4–10 gramos, diariamente.

Hojas secas: 4–10 gramos, diariamente.

Tintura de hojas: 0.4–1 cucharadita (2–5 ml), tres veces al día.

Jugo de hojas frescas: 1 cucharadita (5 ml), dos veces al día.

Extracto fluido: 1–2 cucharadita (5–10 ml), diariamente.

Raíces frescas: 2–8 gramos, diariamente. Polvo seco: 250–1,000 mg, cuatro veces al día.

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