Descripción
Ajo Deshidratado
Lleno de vitaminas B y C, manganeso, selenio, hierro, cobre y potasio. El ajo puede ser pequeño, pero sus beneficios son poderosos.
El ajo se ha utilizado durante siglos en varias sociedades para combatir las enfermedades infecciosas.
Son innumerables las propiedades terapéuticas que se la han atribuido a través de los siglos, destacando las siguientes:
Es el mejor antiséptico, antibiótico y antimicótico natural que existe. Por ello es un excelente aliado contra las infecciones.
Es un excelente depurativo, ayuda a eliminar toxinas del organismo y contribuye a la formación y regeneración de la flora intestinal.
Mejora la circulación de la sangre debido a su poder anticoagulante.
Baja la fiebre.
Reduce el nivel de grasas en la sangre, disminuye los niveles del colesterol «malo» (colesterol LDL) y protege el corazón y las arterias.
Refuerza las defensas del organismo.
Normaliza los niveles elevados de tensión arterial, por lo que debe estar presente en la dieta de hipertensos. Contra la aterosclerosis o la hipertensión se recomienda aumentar la dosis a tres dientes diarios. Una buena alternativa para evitar el olor a ajo, es recurrir a las cápsulas o extractos en los que se presenta comercializado.
Es muy útil en el tratamiento de infecciones estomacales.
Es expectorante, por lo que resulta muy útil en afecciones respiratorias como asma, bronquitis aguda o crónica.
Es antioxidante.
Normaliza los niveles elevados de glucosa en sangre.
Ayuda a regular la función tiroidea al ser rico en iodo, siendo especialmente útil en los casos de hipotiroidismo.
Posee importantes efectos anticancerígenos.
Ayuda a prevenir los efectos debilitantes del envejecimiento, así como cardiopatías y otros trastornos asociados a la edad avanzada. Un ajo al día aumenta la vida: Ingiriendo un diente de ajo crudo al día, aumenta la longevidad.
Por su poder virucida, es un eficaz antiverrugas.
Se ha demostrado que el ajo es efectivo contra una gran cantidad de bacterias. Estos incluyen Salmonella, Pseudomonas, Proteus, Staphylococcus aureus Escherichia coli, Salmonella.
La actividad antibacteriana del ajo se atribuye ampliamente a la alicina. Se sabe que la alicina tiene actividad modificadora de sulfhidrilo.
Los compuestos activos en el ajo pueden reducir la presión arterial.
El ajo mejora los niveles de colesterol, lo que puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca Los suplementos de ajo parecen reducir el colesterol total y LDL, particularmente en aquellos que tienen colesterol alto. El colesterol HDL y los triglicéridos no parecen verse afectados.
El ajo contiene antioxidantes. El daño oxidativo de los radicales libres contribuye al proceso de envejecimiento. El ajo contiene antioxidantes que apoyan los mecanismos protectores del cuerpo contra el daño oxidativo.
Diversos compuestos orgánicos del azufre que contiene el ajo han sido identificados como eficaces en la destrucción de las células en glioblastomas, un tipo de tumor cerebral mortal.
Comer ajo puede ayudar a desintoxicar metales pesados en el cuerpo A altas dosis, se ha demostrado que los compuestos de azufre en el ajo protegen contra el daño a los órganos por la toxicidad de metales pesados.
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